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La calidad como mística

Cachafaz, ¿a quién no le gusta lo mejor?

A pedido de Grupo Berro ideamos un texto para comunicar las virtudes de una marca que en tiempo récord se impuso como tradición y modelo a seguir.

Para Grupo Berro

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Gonzalo Berro es uno de los mayores entusiastas y comunicadores de las virtudes del Caballo Peruano de Paso. En esta oportunidad, a partir de una investigación que él realizó redactamos la historia de la raza en un texto breve.

Aquí les presentamos un fragmento introductorio:

A la hora de cabalgar, no existe experiencia más confortable que la que puede ofrecer un Caballo Peruano de Paso. Puede afirmarlo cualquier persona que alguna vez haya tenido el placer inigualable de montar un ejemplar de esta raza. Dejarse llevar por el andar suave y cadencioso que lo caracteriza marca un antes y un después en la vida de cualquier amante de los equinos, de eso no hay ninguna duda. Es como para un aficionado a los autos manejar un Rolls Royce o para un sibarita degustar los manjares más selectos y los vinos más excelsos.

También suele compararse el andar característico del Caballo Peruano de Paso -es una imagen que vale más que mil palabras- con el gateo de un niño. Pero, eso sí, un caballo de patas fuertes y cascos duros, duros como una piedra. Un pura sangre de gran nobleza y mansedumbre que tiene, como un bailarín, tanta potencia como elegancia. Son puro garbo en su andar y su figura es un emblema.

También es sumamente interesante la historia del Caballo Peruano de Paso, una historia que está íntimamente ligada a la de los países de la región. Porque al igual que nuestra identidades, la de esta raza de equinos se comenzó a consolidar con la llegada de los españoles, quienes introdujeron al animal en el continente. Una vez en estas tierras, adquirió una identidad propia durante la colonia y hoy goza de vigor y vigencia.
Pero más adelante habrá tiempo de internarnos en profundidad, con lujo de detalles, en la historia de esta raza. Por el momento diremos que sus indistinguibles cualidades genéticas son resultado de cuatrocientos años de crianza selectiva en la que se cruzan linajes en parte milenarios que se remontan al antiguo Egipto, y en parte originales de nuestro continente.

Porque al igual que nuestras culturas, el Caballo Peruano de Paso combina lo más noble de Europa con lo más visceral de América. De hecho no es un dato menor que el Caballo Peruano de Paso sea considerada como la raza que más evolucionó por selección natural de los demás caballos criados en América desde la llegada de los españoles.

Etiquetas: Grupo Berro